Como
todas las drogas, tienen la capacidad de generar dependencia, enganchan.
La diferencia es que la dependencia a los porros, en general, se desarrolla más
lentamente que la adicción a la nicotina. Se tarda más tiempo en sentir las
consecuencias de la adicción.
Los
fumadores de tabaco tienen un síndrome de abstinencia más físico: enseguida se ponen nerviosos e irritables cuando
"su cuerpo le pide fumar" .
Los
fumadores de porros suelen manifestar más un deseo intenso y la dependencia es
más psicológica. "Su mente les pide fumar"
El
humo ambiental es igual de dañino ante los porros o el tabaco.
Fumar
porros o fumar tabaco es consumir drogas.
Cualquier
consumo de drogas tiene efectos negativos directos para la salud, especialmente
cuando eres jóven.
Está demostrado que mantener un estilo de vida
saludable ayuda a reducir las posibilidades de desarrollar cáncer
Por
lo tanto, fumar porros o fumar tabaco son conductas que perjudican directamente
al estado de salud general que se podrían evitar.
El
humo de los porros contiene mucho de los carcinógenos y mutágenos del tabaco y
además, en mayor cantidad (un 50% más).
La
manera de fumar porros (sin filtros o con filtros rudimentarios, con
aspiraciones profundas y mayor retención de humo en los pulmones) hace que el
porcentaje de alquitrán que se deposita en el organismo sea mayor que cuando se
fuma tabaco.
El
daño pulmonar de fumar 3 porros equivale a fumar 20 cigarrillos (3x20)
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